La Azolla, un diminuto gigante acuático, despliega su alfombra verde sobre las aguas, recibiendo nombres tan evocadores como helecho de agua, helecho flotante, doradilla o yerba del agua. Este fascinante género de helechos, perteneciente a la familia Azollaceae (o Salviniaceae según algunos botánicos), se distingue por su hábito de flotar libremente, danzando sobre la superficie de lagos, estanques y arrozales.
Originaria de una asombrosa diversidad de climas y altitudes, la Azolla revela una notable capacidad de propagación y una adaptabilidad que la convierte en una colonizadora experta. Su facilidad para prosperar en condiciones variadas la ha consagrado como una elección predilecta para embellecer acuarios y estanques, añadiendo un toque de naturaleza y equilibrio.
Pero la verdadera magia de la Azolla reside en su extraordinario potencial ecológico y agrícola. Durante décadas, la ciencia ha explorado su poder como biorremediador natural, una suerte de "aspiradora" de aguas contaminadas capaz de absorber y neutralizar ciertos elementos nocivos. Paralelamente, la Azolla emerge como un suplemento nutricional valiosísimo para el reino animal, ofreciendo una fuente de nutrientes rica y sostenible que promete revolucionar la alimentación del ganado y la acuicultura.
Y la generosidad de la Azolla no se detiene ahí. Convertida en fertilizante orgánico, esta pequeña planta prodiga al suelo nutrientes esenciales, revitalizando su estructura y vigorizando la salud y el rendimiento de los cultivos. Su contribución a una agricultura más sostenible y respetuosa con el medio ambiente es innegable.
En definitiva, la Azolla trasciende la mera categoría de planta acuática ornamental. Con su resiliencia, su asombrosa versatilidad y sus múltiples beneficios ecológicos y agrícolas, esta joya de la naturaleza se erige como un actor clave en la búsqueda de ecosistemas más saludables y sistemas agrícolas más sostenibles. Un pequeño helecho con un impacto inmenso.
Cantidad 5x5 CM.
Imagen ilustrativa